domingo, 15 de mayo de 2011

Chilenos protestan contra el plan hidroeléctrico Hidroaysén

Las manifestaciones tuvieron lugar en Concepción, Chillán, Valparaíso, Temuco, Coyhaique, Puerto Montt, Valdivia, Viña del Mar y Santiago.


En algunas ciudades, las personas salieron a las calles y golpearon sus cacerolas y sartenes mientras otros lo hicieron desde el interior de sus viviendas.


La información proporcionada a los periodistas por los carabineros (policía militarizada), la ruidosa protesta se desarrolló en un ambiente familiar y de normalidad.


En Coyhaique, donde se votó el criticado proyecto, las personas se reunieron frente a la catedral donde hicieron sonar sus cacharros de cocina.


Esta noche, además, muchos chilenos apagaron durante quince minutos las luces de sus casas en la capital del país y localidades vecinas, también en protesta por el proyecto eléctrico.


El pasado lunes, doce funcionarios gubernamentales de la Comisión de Evaluación Ambiental de la región de Aysén, a unos 1.800 kilómetros al sur de Santiago, votaron a favor del estudio de impacto ambiental de Hidroaysén, impulsado por las empresas Endesa Chile, filial de Endesa España, y por la chilena Colbún.


El proyecto de 2006 y aprobado el pasado lunes, contempla la construcción de cinco represas en el cauce de los ríos Pascua y Baker, en la Patagonia chilena, con una inversión de 3.200 millones de dólares, y prevé generar en total una media anual de 18.430 gigavatios por hora.


Los "cacerolazos" se originaron durante la dictadura militar (1973-1990), período en que la gente no podía manifestarse por miedo a la represión, aunque lo hacían desde el interior de sus viviendas y con todas sus luces apagadas.

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