jueves, 16 de junio de 2011

Bolivia y países de la región soportan crisis de electricidad

La situación de estrecho margen entre la oferta y la demanda de energía eléctrica que vive el país es casi similar a la que atraviesan otros países de la región, debido al aumento del consumo y la falta de inversión en generación de electricidad.

Asimismo, según el ex ministro de Hidrocarburos Guillermo Torres, en la mayoría de los países se asumen políticas que sobrevaloran sus recursos naturales, lo que provoca bajo incentivo para la inversión privada.

Una revisión de la información generada en países de la región y páginas web oficiales realizada por Página Siete permitió verificar, por ejemplo, que en abril Ecuador y Perú firmaron un acuerdo para que el primer país exporte de 50 a 60 megavatios (MW) entre julio y septiembre. Posteriormente, Perú devolverá la misma cantidad entre septiembre y marzo de 2012.

Uno de los países con más problemas es Venezuela, que proyecta llegar a una demanda de 18.500 MW este año, pero dispone sólo de 17.632 MW.

Mientras que desde febrero Uruguay importó unos 500 MW (30% de su demanda actual) por hora de Brasil para evitar la merma de su reserva. Ese país tiene la tarifa más cara de energía eléctrica en Sudamérica.

En Chile, la generadora Gas Atacama se prepara para proveer mayor oferta al Sistema Interconectado del Norte Grande, que se estima requerirá entre 1.000 y 1.400 MW adicionales para los próximos seis años.

Según Torres, Brasil invirtió hace mucho en generación de electricidad, lo que ahora le da una reserva holgada; “está a punto de inaugurar una central hidroeléctrica cercana a Iguazú”, pero se debe apuntar que al igual que Argentina fue beneficiado por la inversión privada.

“Desde hace más de 30 años, con la creación de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), los países tratan de paliar su crisis de electricidad a través de proyectos conjuntos”, recordó. Por ejemplo, algunos instalaron la planta de generación y otros colocaron la energía, pero se presentaron problemas para definir la retribución al proveedor.

La demanda en la región es mayor por el crecimiento poblacional y de las industrias.

En Bolivia se anuncian apagones durante este invierno si se presentan más de dos fallas simultáneas en los generadores del Sistema Interconectado Nacional (SIN); en Venezuela se imponen medidas para que la población consuma lo mínimo.

El país apresura las inversiones
Hasta fines de este año, según el Gobierno, Bolivia podrá contar con 160 megavatios (MW) adicionales para la reserva del Sistema Interconectado Nacional (SIN), gracias a la instalación de una central termoéléctrica en Trinidad, Beni.

A la vez, se construirán otras centrales termoeléctricas en El Kenko, Valle Hermoso, Carrasco y Tarija que serán instaladas en el transcurso de un año.

El país cuenta con una oferta de electricidad que oscila los 1.250 MW y una demanda de 1.060, es decir cuenta con un margen de reserva de unos 190 MW.

De esta reserva, 100 MW son utilizados de forma constante en las bajas por mantenimiento programado y sólo quedan un margen de 90 MW para suplir varias fallas simultáneas.

En mayo, el ministro de Hidrocarburos y Energía, José Luis Gutiérrez, convocó a hacer un uso racional de la electricidad, aunque en junio negó la posibilidad de apagones que anunció la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE).

El proyecto de Ciclo Combinado de la empresa Guaracachi debía garantizar 82 MW, pero sufrió un corto circuito y es una de las causas para que el país tenga bajas reservas.

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