viernes, 21 de octubre de 2011

Energía limpia Combustible de cáscara de castaña

Tres años atrás, estudiantes de Ingeniería Industrial de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz viajaron de paseo a Riberalta. Les llamó la atención las montañas de cáscara de castaña que se amontonaban como basura. Una parte de esos residuos era tirada al río y otra dispersada por la ciudad. Se preguntaron si no era posible darle otra utilidad, y para responder, esa interrogante se dedicaron a investigar y a hacer pruebas en el laboratorio de sus propiedades.


Luego de distintos análisis descubrieron que al quemarse, las cáscaras de castaña producían mayor cantidad de energía calórica que la madera y que, a diferencia de esta, no libera dióxido de carbono ni contamina el medioambiente. En otras palabras, habían dado con un nuevo combustible ecológico.


Liset Contreras, Lizet Zeballos y Mario García fueron los responsables del descubrimiento y los que impulsaron un proyecto para la fabricación de pellets de castaña. Los pellets son pequeños cilindros hechos comprimiendo restos de biomasa o materiales orgánicos que pueden quemarse como leña y pueden ser utilizados como combustibles de estufas, hornos y otros artefactos. Son muy utilizados en lugares donde no hay gas ni electricidad, o es muy difícil acceder a ese tipo de energía.


En épocas en las que se trata de buscar opciones para la mejor conservación del medioambiente, los pellets a base de castaña abren una nueva opción para contar con una energía ‘limpia’.
Es por eso que el proyecto ya ganó premios en la Universidad de San Andrés y la sexta versión del certamen Ideas Emprendedoras, donde además se adjudicaron $us 22.000 para implementar la fábrica de estos novedosos productos. Pero el mayor espaldarazo que ha tenido esta iniciativa ha sido quedar como finalista del premio Cartier al Emprendimiento Femenino, que es organizado por la reconocida marca de relojes y joyas del mismo nombre, por el Foro de la Mujer, la escuela de negocios Insead y por la asesora de empresas McKinsey.
El proyecto de pellets de cáscara de castaña fue seleccionado entre más de mil postulantes de 70 países, de los que quedó en un selecto grupo de 18 y entre solo tres de Sudamérica.
“En un principio averiguamos si existía demanda para este tipo de productos en Bolivia, pero hemos visto que por la disponibilidad que hay del gas natural no era factible comercializarlo acá, pero observando el mercado internacional, sobre todo en Europa, vimos que hay una demanda creciente de combustibles ecológicos. Además, en esos países se usan pellets de madera desde los años 70. Por eso hace dos años iniciamos el proyecto”, cuenta Liset Contreras, que junto a su hermana Ximena, que también participa del emprendimiento, viajaron a París, donde se llevó a cabo la final del certamen de Cartier el viernes 14 de octubre.


Los pellets pueden ser usados tanto para la industria como para el uso doméstico.
En el primer caso se los puede aplicar como combustible para los generadores de electricidad, mientras que en el uso doméstico es útil en estufas, cocinas y otros objetos que hayan sido adaptados para utilizar las pequeñas barras cilíndricas. Algo que es más frecuente en Europa que en Sudamérica, aclaran los gestores del proyecto.
Pero si se pudiese utilizar en Bolivia, ¿en qué lugares tendría una mejor aplicación?
“En la calefacción de los hoteles de todo lo que es la zona del altiplano, sobre todo en el salar de Uyuni, porque en esas regiones el clima es frío y no es fácil acceder al gas ni a la energía eléctrica”, responde Liset.

ACERCA DE LA CASTAÑA
El árbol de la castaña es conocido por los especialistas con el nombre científico de Bertholletia excelsa. Llega a medir más de 20 metros y no es maderable. Produce unas nueces comestibles que son conocidas como castaña del Amazonas o nuez del Brasil. La cual se encuentra entre las de mayor demanda en en el mercado internacional, sobre todo porque se la utiliza mucho en repostería y en la fabricación de golosinas.


Los cocos donde se encuentran las castañas se desprenden de los árboles de forma natural y en noviembre ya se puede encontrar algunos; sin embargo a partir de mediados de diciembre empieza la cosecha que se prolonga hasta marzo.


Los recolectores cortan la parte superior de cada coco a mano y con machete para sacar las castañas, que vienen en una cáscara gruesa y dura. La cáscara representa el 60% del fruto, mientras que la nuez apenas el 40% .

Se está produciendo más de 100.000 toneladas de cáscara al año, porque Bolivia es el primer exportador de castaña sin cáscara a escala internacional, lo que representa más de 20.000 toneladas de nueces listas para el mercado. “Esa cantidad de residuos significa que tenemos a disposición gran cantidad de materia prima para convertirla en combustible”, explica Liset.
Mario García comenta también que los residuos de la castaña pueden tener otros usos, como servir para hacer cartón prensado y carbón activado, que se utiliza en los filtros de agua, pero en ambos casos se requieren no solo más equipamiento, sino también procesos más largos para su elaboración y de mayor costo; sin embargo, el trabajar con estos residuos les permitió empezar a estudiar e investigar otras opciones de combustibles ecológicos, como los desechos de las cosechas agrícolas, la cáscara del maní y otros productos que pueden generar una energía calórica superior a la madera y que pueden ser más baratos y más beneficiosos para el medioambiente.

Pelletbol es el nombre la fábrica que han instalado en El Alto. Allí esperan procesar 60 toneladas mensuales y, para empezar con su labor, solo esperan que les llegue la máquina que se encarga de comprimir los restos de castaña,que ya han sido previamente triturados.
García dice que también esperan tener una producción regular a partir de junio del próximo año, y lo que les da confianza de que será un negocio rentable es que ya les han realizado pedidos de Chile, país que puede convertirse en uno de sus primeros mercados de exportación, aunque su objetivo es llegar con su producto hasta mercados de Europa. Un propósito que al parecer no les tomará mucho tiempo alcanzar.

Detalles que debe conocer

- El premio Cartier al Emprendimiento Femenino fue creado en 2006 como un concurso de planes de negocio dirigido a mujeres emprendedoras que lideran empresas creativas, económicamente viables y con responsabilidad social.

- Las finalista del certamen son invitadas a Francia para una ronda final de la competición, en la que tiene que exponer sus planes y sustentar sus proyectos ante el jurado calificador. Además , las finalistas son invitadas al encuentro internacional del Foro de Mujeres .

- Las ganadoras reciben $us 20.000 y una importante cobertura mediática para dar a conocer su proyecto.

- Cabe indicar que la zona castañera de Bolivia se encuentra ubicada en la región norte y comprende todo el departamento de Pando, la Provincia Vaca Díez de Beni e Iturralde de La Paz con una superficie aproximada de 100.000 kilómetros cuadrados, lo que es equivalente al 10% de la superficie total del país.

Así se hacen los pellets

- Recolección y selección.
El inicio del proceso comienza con la recolección y selección de la materia prima. Lo que significa que una vez se obtiene la cáscaras de castaña suficiente, se realiza una revisión para evitar que haya otros materiales entremedio que puedan dañar la máquina procesadora.
triturado.
Una vez seleccionadas las cáscaras de castaña se las tritura hasta obtener el tamaño adecuado para la máquina ‘pelletizadora’.

- Pelletizadora.
Una ‘pelletizadora’ (o peletizadora) es la máquina que transforma o convierte la materia prima en pellets. Allí el material, previamente triturado, es comprimido en alta presión. La máquina de pelletizado consiste en una matriz rotativa de metal y en su interior de menor tamaño se encuentran los rodillos de presión. Después de que el material ha sido comprimido, sale fuera de la matriz para que un dispositivo (como una cuchilla) lo corte, terminando de formar el pellet.

Secado.
La enorme presión por la que es sometido el material, entre la matriz y los rodillos, produce un aumento de temperatura de alrededor de los 100°C, este calor hace que la lignina natural del material salga al exterior, la cual actúa como una capa rodeando la superficie del pellet, dándole una impresión de ‘plastificación’.
Los pellets salen calientes entonces se los somete a un proceso de enfriamiento y secado. El proceso reduce el volumen hasta 5 veces. Una vez se termina este proceso, ya puede ser utilizado.

- Sin aditivos
Lo mejor de todo este proceso es que no es necesario agregarle ningún aditivo que pueda dañar el producto o modificarlo. La ventaja de la cáscara de la castaña es que tiene un aditivo natural.

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