miércoles, 16 de mayo de 2012

Científicos utilizan un virus para generar energía eléctrica

Investigadores de la Universidad de California en Berkeley lograron generar energía suficiente como para encender una pantalla de cristal líquido (LCD) a través de virus bacteriófagos, inofensivos para el hombre porque sólo atacan a las bacterias.

En las pruebas de laboratorio, estos tipos de virus demostraron ser piezoeléctricos, es decir capaces de traducir en electricidad los estímulos mecánicos a los que son sometidos.

Esta característica hasta ahora se había observado en algunos cristales, en los huesos, en el ADN y en algunas proteínas, y se usa, por ejemplo, para producir ciertos tipos de encendedores electrónicos y algunos microscopios avanzados.

Los investigadores observaron que los bacteriófagos del tipo M13 en condiciones particulares se autoensamblan en láminas delgadas, ideales para la producción de baterías. Observando en el microscopio su comportamiento en presencia de un campo eléctrico notaron que las proteínas que encierran el virus se pliegan y rotan, señal evidente de piezoelectricidad.

Una vez intervenidos los virus para maximizar esta característica, un microfilme delgado fue encerrado entre dos electrodos de oro, obteniendo una “estampilla” de un centímetro cuadrado que, una vez oprimida con el dedo, produjo una corriente de 400 milivoltios, lo suficiente como para activar una pantalla de LCD y hacer aparecer el número 1.

“Ahora estamos trabajando en nuevos modos de mejorar la producción -dijo Seung-Wuk Lee, uno de los investigadores-, la biotecnología nos permite modificar genéticamente los virus a gusto, por lo tanto, este método podrá ser usado para la producción de energía en los dispositivos microelectrónicos del futuro”.

Una aplicación posible, agregó el científico, sería la producción de “hojitas” de virus para insertar en los zapatos, de modo de recargar, por ejemplo, un teléfono celular con la energía generada por los pasos de una persona u otros movimientos mecánicos.

Otros usos se orientan a encendedores eléctricos, relojes de cuarzo y muchos otros.

No es la primera vez que los materiales piezoeléctricos son usados para producir energía: algunos ejemplos ya en uso son las calles que tienen bajo el asfalto una capa de cristales que producen energía, o los suelos de algunas discotecas, que aprovechan los movimientos de las personas que bailan.

“Se necesita más investigación, pero nuestro trabajo es un primer paso hacia el desarrollo de generadores de energía para su uso en nano-dispositivos y otros mecanismos electrónicos basados en materiales biológicos como los virus”, concluyó Seung-Wuk Lee.

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