lunes, 31 de diciembre de 2012

Hidroeléctrica San José tiene recursos para 1 de 5 módulos

Con la concesión de un crédito por 150 millones de dólares, aprobado la semana pasada por el Banco Central de Bolivia (BCB), arrancó en la práctica la implementación del proyecto hidroeléctrico de San José, que demandará una inversión de 256 millones de dólares, para adicionar 120 megavatios (MW) de potencia al Sistema Interconectado Nacional (SIN).

San José sería el proyecto hidroeléctrico más ambicioso, desde el punto de vista técnico, porque aprovecha las aguas turbinadas y de otras afluentes del complejo hidroeléctrico Corani-Santa Isabel, distante 78 y 85 kilómetros, respectivamente, al noreste de Cochabamba, sobre la carretera al trópico, para producir energía eléctrica en armonía con la naturaleza, señala el gerente general de la

Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), Hugo Villarroel.

Villarroel estima que las negociaciones con organismos multilaterales para financiar los restantes 106 millones de dólares podrían concluir a mediados del próximo año; pero eso no impide que la construcción y montaje de la hidroeléctrica se inicie en marzo del próximo año con la licitación y adjudicación de un primer componente o módulo.

El proyecto de San José comprende cinco componentes o módulos, que pueden implementarse de manera simultánea, explica el gerente general de la Empresa Eléctrica Corani S.A., Carlos Rocabado.

El primer componente son las obras civiles e infraestructura y comprende la construcción de ductos, túneles de aducción y construcción de la casa de máquinas con una inversión estimada de 130 millones de dólares.

Los otros componentes son la construcción del embalse, dique y vertedero, con 35 millones; la instalación de equipos y dos turbinas Pelton, con 50 millones; la captación de aguas de cinco ríos de la margen derecha del embalse de Santa Isabel, con 25 millones, y la sub estación eléctrica y líneas de transmisión hasta el SIN, con 14 millones de dólares.

Según Rocabado, una vez adjudicadas las obras civiles y de infraestructura, corre el cronograma de ejecución del resto de los cuatro componentes en un tiempo de 48 meses, hasta tener a la hidroeléctrica San José generando 120 MW a partir del segundo semestre de 2017.

Consultado sobre la importancia del proyecto, señala que “la política en el sector eléctrico es cambiar la matriz energética, de generación térmica a generación hídrica, por sus ventajas económicas y su relación amigable con el medio ambiente”.

“Bolivia utiliza apenas un dos por ciento del potencial hidroeléctrico con que cuenta en decenas de ríos que echan sus aguas a las cuencas del Amazonas y el Río de la Plata”, explica.

Con ese objetivo, Rocabado asegura que Corani prevé concluir, a principios de 2014, el proyecto a diseño final de la hidroeléctrica Miguillas, en la provincia Inquisivi de La Paz, lo que le permitirá producir 160 MW de potencia a partir de 2018, con una inversión de 200 millones de dólares, y el proyecto Rositas, en Santa Cruz, que tendrá una presa 648 metros y altura para generar 600 MW de potencia.

Añade que después de casi 50 años, la hidroeléctrica San José será una de las primeras en construirse en el país, junto a la planta de Misicuni.

Casa de máquinas a 400 metros bajo tierra

Se denomina “la caverna de San José” y es un espacio de 17 metros de ancho por 32 metros de altura y 53 metros de longitud, es la casa de máquinas de la hidroeléctrica que será construida a 400 metros bajo tierra, en un punto estratégico localizado a ocho kilómetros río abajo, al noreste del embalse de la planta Santa Isabel, donde será emplazada.

El ingreso a “la caverna de San José” se realizará por un túnel, de seis metros de diámetro y un kilómetro y medio de longitud, que permitirá el tráfico de ida y vuelta, sin ninguna dificultad, de camiones y maquinaria pesada, comenta el gerente general de Corani, Carlos Rocabado.

El acceso a la caverna ser realizará por una carretera de 14 kilómetros, que se recorren desde el kilómetro 109 de la carretera nueva a Santa Cruz, pasando por el puente San Onofre hasta llegar al portal de ingreso que, a la fecha, se encuentra en plena construcción a cargo de la empresa Corani.

La hidroeléctrica San José utilizará 21,4 metros cúbicos segundo de agua del embalse de Santa Isabel, que será transportada por una tubería de 700 metros de longitud y 2,1 metros de diámetro hasta la casa de máquinas, para generar 120 MW adicionales, con dos turbinas de 60 MW de potencia, cada uno.

Empresa Corani SA

Obras menores hace cinco meses

La empresa subsidiaria Corani, encargada de ejecutar el proyecto, realiza desde hace cinco meses algunos trabajos menores y complementarios como el levantamiento topográfico y diseño geométrico del camino a la casa de máquinas, el suministro de energía eléctrica, la licitación del puente San Onofre y la construcción de un campamento de operaciones, entre otros.

“Estos trabajos van a permitir a la empresa que se adjudique el proyecto, avanzar sobre seguro en la construcción de accesos a la casa de máquinas y la sub estación eléctrica”, explica el gerente general de Corani, Carlos Rocabado.

OPINIONES

“Diversificar la matriz energética”

Rafael Alarcón, Presidente Colegio de Ingenieros Eléctricos

El frágil equilibrio entre la oferta y la demanda de energía eléctrica en el Sistema Interconectado Nacional (SIN) se ha encarado con la incorporación de unidades generadoras termoeléctricas para garantizar el suministro de electricidad en el país. La premura por contar con potencia firme fue factor relevante para esta decisión, no menos cierto es que la operación de estas unidades conlleva mayor consumo de gas natural.

En ese escenario, el avance significativo en la presente gestión del Proyecto Hidroeléctrico San José, tercer componente energético del complejo hidroeléctrico Corani-Santa Isabel, asentado en el trópico, es de mucha importancia para el sector porque se tratan de acciones que buscan la diversificación de la matriz energética aprovechando el gran potencial hidroeléctrico con que cuenta el país en sus ríos que cruzan las cuencas hídricas del Amazonas y del Río de la Plata, desplazando el consumo de gas natural hacia otros rubros con mayor beneficio económico para el Estado, que se traduce en beneficios sociales como salud y educación para todos los bolivianos.

Está proyectado, que la potencia instalada de la hidroeléctrica San José sería de 120 Mega Watts (MW), algo más del 10 por ciento de la demanda actual del SIN. Se trata pues de un proyecto de generación eléctrica de envergadura, emplazada ocho kilómetros río abajo del embalse de Santa Isabel, consolidando a Cochabamba como el centro energético del país.

El incremento de infraestructura para la generación de energía ha sido una característica de la actual gestión gubernamental, que en el caso del sector eléctrico significa el aumento de la oferta de energía, para el mejor uso de la misma y la ampliación de la frontera eléctrica, mejorando así la cobertura del servicio eléctrico. Estas acciones tienen una implicancia en los profesionales del sector eléctrico, puesto que se genera mayor actividad y diversas fuentes de empleo.

La Hidroeléctrica de San José es un caro anhelo del departamento de Cochabamba y del país, con beneficios para todos, puesto que se trata de energía limpia y renovable; cuenta con un embalse regulable en función de los requerimientos de generación eléctrica, disminuyendo así los desastres que ocasiona en la temporada de lluvias. San José es un proyecto hidroelécrtrico muy importante para garantizar el suministro de energía en Bolivia que permite ver el futuro con esperanza.

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