viernes, 22 de noviembre de 2013

La experiencia atómica en el Atolón de Mururoa

Dentro de las actividades importantes de la Coboen, por el año 1971 en adelante, era el control de las radiaciones en la atmósfera por las explosiones que se realizaban en el Atolón de Mururoa, ubicado en la polinesia francesa y centro de experimentación de Francia, donde se realizaban explosiones nucleares.

"En Bolivia controlábamos al mismo tiempo las nubes radiactivas que llegaban después de cada explosión nuclear francesa y las registrábamos aquí en La Paz, las medíamos después de cada 15 días y cada explosión nos elevaba el índice de la radiación natural a más de 50 a 100 veces, esto ocasionó una alarma en el mundo entero", relató Paz.

Para poder mostrar a nivel mundial lo que estaba pasando, Francia invitó a las comisiones de energía nuclear de los diferentes países a visitar Mururoa, su centro de experimentación nuclear, debido a que esta secuencia de energía nuclear estaba destinada para investigar el beneficio nuclear y completar el trabajo de su armamento.

Pero es el 27 de noviembre de 1972, mediante una Resolución Ministerial (RS) 388, el primer científico que puede llegar al centro de experimentación de Mururoa, es Federico Paz Lora, quien fue recibido por la parte más alta de científicos franceses.

Según lo que describe Paz, el centro de explosión nuclear de Mururoa consistía en una habitación totalmente blindada en cobre para evitar interferencias de las mediciones que tenían.

"Alrededor de esa sala estaban los instrumentos científicos más modernos, y luego me mostraron todos los trabajos que estaban haciendo y finalmente me mostraron su museo histórico", relató.

EL SILENCIO ATÓMICO

"A las 5.30 de la tarde, con tres científicos franceses salimos del edifico y charlamos en el propio Atolón de Mururoa y un rato de esos me sentí muy inquieto sin tener ninguna razón, por lo que uno de los físicos franceses me preguntó:

Científico francés, (CF): ¿Se siente bien?

Federico Paz (FP): Sin ningún motivo que yo sepa me encuentro sumamente inquieto, intranquilo.

CF: No se preocupe, usted está sintiendo lo que todos nosotros sentimos al llegar a Mururoa después de cada explosión nuclear,… le llamamos el silencio atómico, como usted se dará cuenta, como algo raro en este momento no hay una sola brisna de aire, hay un silencio que le atormenta a usted, no es una cosa casual, no existe un solo insecto, el ruido de ningún animal, todos han muerto y en el mar a kilómetros a la redonda han desaparecido todos los peces.

Esto precisamente es lo que queremos que se conozca, por este silencio atómico hemos trabajado en la Fundación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), queremos evitar una destrucción masiva de la humanidad, pero sin que se desaproveche las ventajas que brinda la energía nuclear

CF: No queremos que algún jefe de partido político, un gobernante, que pueda ocurrírsele si tiene estas armas nucleares desatar una tercera guerra mundial atómica donde el silencio atómico será para toda la tierra y al mismo tiempo no queremos que llegue a los terroristas porque sería un peligro muy grande.

Paz indicó que la OIEA quiere evitar una destrucción masiva de la humanidad sin que se desaprovechen las ventajas que brinda la energía nuclear.

También puntualizó que la OIEA apoyó con la formación de la gente de los diferentes centros científicos, además de equipos y entrenamiento, pero lo fundamental es la no proliferación de armas atómicas y dedicarse a fines pacíficos.

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