miércoles, 18 de febrero de 2015

Con aguas residuales de fábricas de jugos Energía limpia

Científicos brasileños desarrollaron una tecnología que utiliza las aguas residuales de una fábrica de jugo de naranja para generar energía, ayudando así a reducir las emisiones industriales de carbono, según un reportaje publicado por el portal SciDev.net.

La tecnología ha sido creada por científicos de la Universidad Federal de São Paulo y usa el agua residual generada por el procesamiento de la naranja para producir hidrógeno. El gas hidrógeno tiene alta densidad energética y no genera contaminación, lo que lo convierte en una fuente de energía limpia.

El proyecto de investigación, concluido el mes pasado, fue dirigido por Sandra Maintinguer, investigadora del Centro de Monitoreo e Investigación de la Calidad de Combustibles, Biocombustibles, Petróleo Crudo y Derivados. El estudio, financiado por la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo (FAPESP), está listo para aplicarse en las fábricas locales de jugos.

Maintinguer explica que el uso de las aguas residuales de la producción de jugo de naranja funciona mejor a pequeña escala, generando energía en las instalaciones de la fábrica sin necesidad de integrarla a la red de distribución. Este tipo de energía sirve para volver a alimentar el funcionamiento de la fábrica.

“Podemos combinar el tratamiento de los efluentes industriales con la generación de energía” dijo Maintinguer.

“Proponemos instalar un reactor para capturar el hidrógeno y generar electricidad a partir de las aguas residuales. Esta energía podría utilizarse como una solución sostenible para suministrar electricidad a las fábricas”.

Mediante análisis de laboratorio, Maintinguer y su equipo descubrieron que las aguas residuales de la producción de jugos, que contienen alrededor de 12 gramos de azúcar por litro, son más adecuadas para la generación de hidrógeno que la melaza obtenida del refinamiento del azúcar o vinaza (el bagazo de la naranja).

El exceso de azúcar impide el crecimiento de las bacterias que rompen el azúcar y generan hidrógeno en el proceso, explica.

Según Valeria Spiller, investigadora dedicada al estudio de la bioenergía en la Universidad de São Paulo, producir gas de hidrógeno a partir de agua residual podría ser también una opción para otras industrias, como las que producen cerveza y fertilizantes.

Afirma que el trabajo de Maintinguer sigue una tendencia global para mejorar la producción local de energía en los países con las industrias adecuadas.

“Brasil ha diversificado su actividad agroindustrial y los residuos y efluentes pueden ser reutilizados como materias primas para la generación de energía”, dijo Spiller a SciDev.Net.

Esta tecnología se adecua especialmente a muchos países en desarrollo debido a las altas temperaturas a las que proliferan las bacterias que producen hidrógeno. Maintinguer dice que el clima caliente de Brasil es perfecto para este proceso, pues las bacterias crecen mejor alrededor de los 25 grados Celsius.

Sin embargo, Spiller comenta que la producción de energía a partir de hidrógeno en Brasil sigue aún limitada a las instituciones académicas y laboratorios científicos, ya que no es económicamente competitiva. Se necesitan más fondos públicos para transferir esta tecnología hacia las fábricas de todo el país, afirma.

“El mundo está pasando por una transición de la matriz energética, y el hidrógeno, sin duda, es una buena alternativa”, sostiene Spiller. Es importante que el sector público sea consciente de su rol y participe activamente en esta transición", finaliza.


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