miércoles, 11 de febrero de 2015

Universitarios recargan la batería de sus celulares con energía solar

Al enchufar el cargador de la batería de un celular en la estación ubicada en la Biblioteca de la Universidad Católica Boliviana (UCB), el visitante se convierte en usuario de un laboratorio que incluye paneles solares, ubicados en el techo de la infraestructura. Ellos alimentan con energía limpia una estación que puede cargar alrededor de 4.000 celulares al mes.
Su nombre es Estación de Recarga Solar Fotovoltaica. Se encuentra en el segundo piso de la biblioteca de la UCB y cuenta con 40 casilleros en cuyo interior se implementó un enchufe para conectar el cargador en forma gratuita.

Según la UCB, el objetivo es promover la reflexión colectiva a todo nivel sobre el cambio de la matriz energética en Bolivia y el rol de las energías limpias en el desarrollo del país.
Ello a través del mejoramiento de los procesos de Enseñanza Aprendizaje del modelo educativo con la implementación de laboratorios vivientes que permiten complementar la formación de los alumnos con la puesta en práctica de sus conocimientos.

"Se trata de una nueva dinámica para que la carrera trabaje con su potencial y que no sea, como se dice, ‘en casa de herrero cuchillo de palo’. Queremos que nuestros proyectos en ingeniería ambiental aporten a la transformación del campus en uno más sustentable y amigable con el medio ambiente”, detalla la directora de la carrera de Ingeniería Ambiental en la UCB, Melina Barderrama.


El presupuesto para la implementación de este proyecto fue de alrededor 10.000 dólares. La idea se desarrolló junto a la Sociedad Alemana de Energía Solar.
La estación funciona desde 2014 y se estima que puede cargar la batería de 40.000 celulares al año.
En el techo de la biblioteca se encuentran una estación climática y los paneles solares. "La estación se conecta directamente a la computadora. Tenemos todos los datos en tiempo real, como los gráficos, para hacer el seguimiento a la temperatura y su influencia sobre los paneles solares. Son 2.000 vatios en su máximo de capacidad (para el funcionamiento de la estación)”, explica la docente investigadora en ingeniería ambiental de la UCB, Johanne Kanko.

Gracias a los paneles solares se obtienen 2, 22 kilovatios por día; es decir, alrededor de 6.000 vatios que casi triplican la energía necesaria para el funcionamiento de la Estación de Recarga Solar Fotovoltaica. El excedente será utilizado para iluminar el atrio y el jardín que se encuentran en el ingreso de la UCB en la calle 2 de Obrajes.
"Me parece una buena iniciativa para que los estudiantes, más allá de lo teórico, vean las formas de hacer cambios en la práctica”, comenta la estudiante de primer año Milenka Chávez.

La energía solar se convierte en alterna a través de dos inversores. A ello se suman tres reguladores de carga, un medidor, las baterías en donde se almacena la energía excedente y el cableado que llega a la estación.
Iluminación limpia en el jardín


Serán 15 focos LED los que utilizarán energía solar para iluminar en las noches el jardín. La investigación para la implementación de esta tecnología alternativa fue realizada por Lorena de la Torre como parte de su proyecto de grado en 2014.
"Utilizando esta energía tenemos una huella de carbono igual al cero para lo que se refiere a la iluminación del jardín (...). Se estima que al reemplazar los 15 focos tendremos una reducción de 2.000 kilos de dióxido de carbono al año”, explica.
La huella de carbono se entiende como la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto.

Los estudiantes empiezan su relación con la energía solar a través de kits didácticos que se utilizan en clase para que aprendan y comprendan la potencialidad y factibilidad del uso de las energías limpias y alternativas.

Así, cuando observan los paneles solares en el techo de la biblioteca, tienen una verdadera noción de la cantidad de la energía y su funcionamiento.

"Estamos entrando en una nueva era de aprendizaje, donde la teoría no es suficiente, sino el conocimiento profundo que se logra gracias a la práctica. Tenemos que influenciar a nuestro entorno para que haya cambios en cuanto al tema del medio ambiente”, comenta el estudiante de sexto semestre Mateo Joffre.

Balderrama reflexiona acerca de que la ingeniería en Bolivia ha sido por mucho tiempo "descriptiva”, y que a veces es pensada solamente en proyectos de gran envergadura y quien no llega a ello se frustra.
Por ello, es necesario hacer este tipo de proyectos para demostrar que es posible hacer cambios y que lo

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