viernes, 7 de octubre de 2016

Especialistas cuestionan vacíos en el proyecto hidroeléctrico El Bala

El financiamiento, el diseño y la mitigación del impacto ambiental son algunos de los aspectos sobre los que hay vacíos en el proyecto hidroeléctrico El Bala, según algunos especialistas que participaron, el miércoles, de un foro organizado por la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), en La Paz. El funcionario del Ministerio de Hidrocarburos que debía presentar el proyecto El Bala no asistió.

En el foro denominado “Cambio climático en el Madidi”, se cuestionó el financiamiento del proyecto, porque hasta la fecha el Gobierno no aclaró qué gestiones se realizan y ante qué instancia, informó el director de la Fundación Solón y exembajador de Bolivia ante las Naciones Unidas (2009-2011), Pablo Solón, quien fue uno de los participantes.

En julio de 2015, la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) firmó un primer contrato con la empresa italiana Geodata para realizar el estudio de identificación del proyecto hidroeléctrico El Bala por 24,64 millones de bolivianos, del que hasta la fecha no brindó mayores detalles.

El estudio de diseño técnico y preinversión del proyecto, también adjudicado a Geodata, debe ser entregado en un plazo de 15 meses. De ser aprobado, la ejecución de la hidroeléctrica demandará una inversión de más de 6.000 millones de dólares con un plazo de cinco a seis años.

En el foro en el que participaron expertos en biología, hidráulica, hidrología y antropología, también se observó el diseño que contempla el estudio de identificación del proyecto hidroeléctrico El Bala que no hace alusión a la línea de transmisión de energía.

Según la información oficial difundida por ENDE, el proyecto hidroeléctrico El Bala prevé inyectar al Sistema Interconectado Nacional (SIN), 3.676 megavatios (MW) de potencia y se convertirá en el proyecto de generación más importante del país.

“Los costos van a ser mayores a los que se dicen porque no se ha incluido, por ejemplo, el tendido de las líneas de transmisión de electricidad hasta Collawasi, Brasil, que es más de 300 kilómetros”, sostuvo Solón.

Al evento fueron invitados representantes del Ministerio de Hidrocarburos y Energía y del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas, pero no asistieron.

Otro de los puntos que se analizó fue el impacto ambiental que generará la represa Chepete. Al margen del área de inundación, los expertos observaron que la ficha ambiental no contempla la emisión de gases de efecto invernadero.

Para Solón, el estudio de identificación del proyecto hidroeléctrico no contempla medidas concretas para preservar la biodiversidad de la región. Añadió que el ascensor y la escalera para peses “no serían soluciones” para enfrentar el problema que generará la inundación de 679.98 kilómetros cuadrados.

De los 6.337 millones de dólares presupuestados para la construcción de la hidroeléctrica Chepete, sólo el uno por ciento está destinado a mitigar el impacto ambiental, según el estudio de identificación del proyecto divulgado por la Fundación Solón.

Además, la construcción de la represa Chepete, causará que un total de 53 localidades, 1.604 viviendas y 3.359 habitantes serán relocalizados para la construcción de la represa del Chepete que forma parte del proyecto hidroeléctrico El Bala, según un cruce de datos realizado por el Cedib, en base a datos referenciales publicados en Geobolivia, que utiliza información del INE, contrastados con la ficha ambiental del proyecto.



Las represas y los gases contaminantes

Un estudio de la revista BioScience, citado por BBC Mundo, asegura que 1,3 por ciento de los gases de efecto invernadero del mundo provienen de los embalses y represas construidos por el hombre, ya sea para generar electricidad, tener agua potable u otros fines; llegando a generar 1.000 millones de toneladas anuales de gases contaminantes.

En el caso de los embalses, los expertos creen que son fuente importante de metano, un gas con efecto invernadero que, si bien tiene una vida corta en la atmósfera, en un siglo es 34 veces más potente que el dióxido de carbono.

La semana pasada, el Instituto de Oceanografía Scripp, en EEUU, anunció que los niveles de CO2 en la atmósfera superaron las 400 partes por millón (ppm), por lo que había pocas esperanzas de regresar a los niveles de seguridad de 350 ppm.

Según la BBC Mundo, los expertos científicos creen que mantener la concentración de gases de efecto invernadero por debajo de las 400 ppm es vital para evitar que la temperatura del mundo suba por encima de los 2 grados Celsius con respecto a la era preindustrial.

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