domingo, 6 de noviembre de 2016

En 2030, el 20% de la energía será generado por el viento

El reciente informe Global Wind Energy Outlook difundido en octubre por el Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC) en Pekín, China, demuestra que la energía del viento dominará el crecimiento del sector energético. La eólica en 2030 puede suministrar hasta el 20% de la electricidad mundial, afirma.

La potencia eólica mundial alcanzó 433 GW a fines de 2015 y crecerá otros 60 GW en 2016, según las previsiones del estudio de GWEC, alcanzando los 500 GW. De hecho, se lee en energynews.es, la capacidad eólica en el mundo alcanzó 456.486 MW a finales de junio de 2016, de los cuales 21.714 MW se añadieron en los primeros seis meses. Este aumento es similar al registrado en la primera mitad de 2015, cuando se sumaron 21,6 GW.

Es decir, la capacidad eólica mundial creció un 5% en un plazo de seis meses (después de 5,8% en el mismo periodo en 2015 y 5,6% en 2014) y un 16,1% sobre una base anual (a mediados de 2016 en comparación con mediados de 2015 ).

El secretario general de GWEC, Steve Sawyer, afirmó que "ahora que el Acuerdo de París está entrando en vigor, los países tienen que tomarse en serio los objetivos con los que se comprometieron el pasado diciembre. El cumplimiento de estos objetivos significa un suministro de electricidad descarbonizado por completo antes de 2050, y la energía eólica será quien desempeñe el papel principal”, destaca el blog de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) en España.

De acuerdo a los escenarios planteados por el informe GWEC, para 2030, la energía eólica podría alcanzar 2.110 GW de potencia instalada, suministrar hasta un 20% de la electricidad mundial, crear 2,4 millones de nuevos puestos de trabajo, reducir las emisiones de CO2 en más de 3.300 millones de toneladas por año, y atraer una inversión anual de 222 mil millones de dólares.

Además, el informe indica que dadas las reducciones en el costo de generación en los últimos años de la energía eólica, la energía solar y otras renovables, la industria energética descarbonizada no sólo es técnicamente factible, sino económicamente competitiva. Los nuevos mercados se están desarrollando deprisa en África, Asia y América Latina, y suministran energía limpia para apoyar el desarrollo sostenible.

En la región, Uruguay es el país más avanzado en generación de energía eólica. Actualmente, el 26% de la energía eléctrica que consume tiene ese origen. Incluso se registraron momentos en los que más del 80% de la potencia demandada fue generada a partir del viento, dice el portal uruguayo La Diaria.

Uruguay cuenta con 940 MW de potencia eólica instalada, y la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE) llegará, para fines de 2017, a tener más de 1.400 MW. Hace menos de diez años toda la capacidad de generación en la red eléctrica uruguaya (térmica e hidráulica) no llegaba a 3.000 MW.

"La energía eólica es la opción más competitiva para añadir nueva capacidad a la red en un número creciente de mercados”, expresó Sawyer, "pero si los objetivos del acuerdo de París se van a alcanzar, eso significa el cierre de las centrales de combustibles fósiles y su sustitución por energía eólica, solar, hidráulica, geotérmica y biomasa. Esa será la parte más difícil, y los gobiernos tendrán que tomarse en serio sus compromisos”.

Para el analista principal del informe, Sven Teske, director de Investigación del Instituto de Futuros Sostenibles de la Universidad Tecnológica de Sydney "la energía eólica se encuentra en buena posición para hacer frente a la demanda futura de energía y se puede convertir en una de las industrias clave del sector de la energía”.




El avance en Uruguay

La revolución eólica en Uruguay fue posible por la confluencia de diversos factores. Por ejemplo, el país cuenta con un nivel de viento abundante y con una amplia red eléctrica instalada y conectada a los países vecinos. Además, tiene un fuerte componente hidráulico que permite compensar las naturales variaciones del viento, inherentemente intermitente.

Sin embargo, el desarrollo en generación de energía eólica en ese país también se ha basado en el conocimiento generado en la Facultad de Ingeniería (Fing) de la Universidad de la República (Udelar) a lo largo de décadas de investigación sobre las características del viento, la tecnología necesaria para explotarlo, las regiones más adecuadas, los problemas de interconexión con la red eléctrica y la interacción con el sistema energético. También en esta institución se formaron los técnicos que lideraron la incorporación de la energía eólica a la matriz energética del país.

Las primeras evaluaciones sobre el recurso fueron realizadas en la década de 1950 por el ingeniero Emanuele Cambilargiu, quien fue capaz de caracterizar el viento en el territorio de Uruguay. En el mismo periodo, Oscar Maggiolo y Agustín Cisa lideraron estudios sobre el desarrollo de tecnología apropiada para la explotación del viento como fuente de energía.

En 1988, un acuerdo firmado entre UTE y la Udelar posibilitó que técnicos del Instituto de
Ingeniería Eléctrica y del Instituto de Mecánica de los Fluidos e Ingeniería Ambiental realizaran una evaluación del potencial eólico para su aprovechamiento integrado a la red eléctrica.

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