Hace unos años, Matt Delaney se había dado cuenta que había gente que quería hacer deporte, pero que no tenía suficiente dinero para pagar algún gimnasio.
Delaney creó un proyecto y logró que Inglaterra se ejercitara de manera gratuita instalando gimnasios de buena calidad al aire libre. La idea fue un éxito y pronto se exportó a diferentes lugares del mundo.
Luego se le ocurrió aprovechar la energía de los ejercicios de los participantes para generar electricidad.
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