viernes, 6 de enero de 2012

Bolivia quiere vender energía a mineras de la zona

Un gran debate se da por estos días en Bolivia, donde diversos actores sociales determinan dónde la empresa "Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPFB)", instalará su planta petroquímica que les permitirá instalar una generadora termoeléctrica de gran potencial. En este sentido, nuestra región está teniendo una relevancia que no esperaba en la discusión que se forma en el país vecino.

En Bolivia el debate es dónde construir esta planta. Para eso hay dos opciones, la primera en la ciudad de El Alto, en La Paz y la otra en Uyuni que está a pocos kilómetros de nuestra ciudad (Calama).

Hace algunos días el ex gerente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Saúl Escalera aseguró que un polo petroquímico en Uyuni permitiría exportar energía, separar licuables, producir amoniaco y polietileno, con costos más bajos y mayor rentabilidad.

Según él existen cinco razones por las cuales la planta debería estar en Uyuni.

Entre los argumentos planteados por Escalera, para la planta de petroquímica en Uyuni, está que "el gas natural en Uyuni nos daría la ventaja de producir termoelectricidad en una región muy próxima a las industrias mineras del norte de Chile ubicadas en Chuquicamata y otros que consumen mucha energía eléctrica. Es decir que Bolivia estaría exportando por lo menos 2.000 MW de electricidad a Chile desde Uyuni en menos de dos años. Mientras que la distancia entre La Paz a Chuquicamata es muy grande".

Por otro lado dice que "el gas natural entregado en Uyuni será vital para el desarrollo del complejo industrial del Salar, porque se necesita el metano" producido en la planta de separación de licuables de Uyuni.

Mientras que como punto final, otra de las razones nombradas en la exposición está que llevar el gas desde Chaco a Uyuni es de sólo 600 kilómetros, mientras que dejarlo en La Paz tiene el doble de distancia.

REQUERIMIENTOS

La idea boliviana de vender energía al Sistema Interconectado del Norte Grande (Chile) no es descabellada, de hecho los requerimientos energéticos de nuestra región crecerán muchísimo con la construcción y posterior explotación de nuevos yacimientos en nuestra región.

Incluso la falta de agua ha llevado a las empresas mineras a pensar en desalar agua de mar, lo que acarrea un gasto energético mayor.

La determinación aún no es tomada en Bolivia, pero seguramente comenzarán a sondear a sus potenciales clientes antes de partir con la construcción del sistema.

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