Con planes para exportar 1.000 megavatios de electricidad (Mw.) a varios países de Sudamérica hasta el año 2020, el Gobierno informó que el número de bolivianos que accedieron a la energía llegó a 2.3 millones en el Estado en los últimos ocho años.
“La cobertura se incrementó en un 81 por ciento ”, afirmó el Ministro de Hidrocarburos, Juan José Sosa.
Hasta la gestión 2010 y, a partir de una nueva política energética, impulsada por el Gobierno, se logró una cobertura importante con un 90 por ciento en el área urbana y un 53 por ciento en el área rural, precisó, a su vez, la viceministra de Electricidad y Energías Alternativas, Hortencia Jiménez.
Entre 1999-2005, el incremento de la cobertura eléctrica tuvo mayor énfasis en el área rural que tuvo un crecimiento de hasta el 20 por ciento .
INVERSIONES A partir de 2010, año que se nacionalizó el sector, las inversiones en electricidad subieron de $us. 27 millones a $us 96.5 millones, aseguró el ministro Sosa. “Hemos hecho 3.6 veces más que el sector privado” destacó la autoridad.
Con los nuevos proyectos en marcha, el Sistema Interconectado Nacional (SIN) recibirá 418 Mw. adicionales “muy por encima de la demanda que llegó a 1.200 Mw., mientras que la oferta subió a 1.485 Mw. informó Sosa.
El Gobierno también ha previsto una inversión inicial por $us 357 millones para terminar parte de los proyectos estratégicos que están en marcha.
La termoeléctrica de Bulo Bulo (Cochabamba) que generará 50.5 Mw., la termoeléctrica del Sur (Tarija) que tendrá capacidad para producir hasta 160 Mw., la termoeléctrica de Warnes (Santa Cruz) que inyectará al sistema hasta 200 Mw., describió Sosa.
La planta solar en Cobija (Pando), con una potencia de 5 Mw., demandará una inversión de 11 millones de dólares y se ha previsto entregarla hasta septiembre de 2014.
En cuanto a plantas hidroeléctricas, mencionó a la generadora San José (Chapare) con 120 Mw., Misicuni (Cochabamba), con 80 Mw., y Miguillas (La Paz) con 198 Mw. Las tres demandarán inversión por $us. 814 millones. En enero pasado se inauguró el proyecto piloto de generación eólica en Qollpana (Cochabamba) que genera 3 Mw. Ahora la apuesta es por la tecnología atómica para contar con fuentes renovables de energía.
Falta ley sectorial
MIGUEL FERNÁNDEZ
Luego de muchos años, el país está viviendo una etapa en la cual el sector energético, en particular, el eléctrico está siendo ampliamente desarrollado, sobre todo con miras a tener un nivel se seguridad energética y resolver el suministro interno.
Esto ha significado que el Gobierno actual haga inversiones muy fuertes en proyectos de generación de electricidad, distribución y transporte de electricidad.
Sin embargo, lo que más llama la atención y genera satisfacción en el sector, es que el Gobierno decidió volcar esfuerzos adicionales en planes de promoción de las energías alternativas.
Durante años hemos estado intentando promover el tema de las energías alternativas a gran escala, pero no habían condiciones para hacerlas realidad.
Ahora, el Gobierno ya tiene el primer parque eólico en Qollpana, se está construyendo una planta de energía social de grandes dimensiones en Cobija-Pando y se está planificando hacer otra planta similar en el Departamento de Oruro.
Entonces, frente a estas iniciativas, vemos que hay un gran impulso decidido a las energías alternativas con la intención, estamos seguros, de diversificar la matriz energética y prestarle una plataforma de sostenibilidad.
Sin embargo, de todos estos impulsos que nos parecen positivos, lo que aún falta es un marco legal específico.
Estamos con la ley de electricidad de 1994 que no se adapta para nada a lo que está pasando en el Estado.
De facto ya muchas de las determinaciones que manda la ley no se cumplen. Por ejemplo, la norma manda que el sector privado debe manejar el sector eléctrico, pero en la actualidad es la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) es la que controla toda la industria eléctrica, pues está en sus manos el 90 por ciento de la generación, por lo que, la ley no está actualizada y esto constituye un problema.
Pasa lo mismo con las energías alternativas. En la Constitución y en los discursos el Gobierno se ve muy fuerte con estos proyectos, pero una vez más no hay un marco normativo, una ley que permita promover, con más fuerza, las iniciativas. Por lo tanto urge que el Gobierno tome nota de lo que está pasando y pueda resolver los temas que aún esperan decisiones políticas.
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