El pasado 19 de junio, la provincia Gran Chaco de Tarija quedó desde las ocho de la mañana hasta medianoche sin electricidad, y, como las bombas de agua funcionan con energía eléctrica, las poblaciones de Yacuiba, Villamontes, Caraparí y Entre Ríos pasaron todo el día sin luz ni agua.
La situación ocurre después de una época de frecuentes apagones similares en Santa Cruz y Cochabamba, lo que hizo temer una falta de mantenimiento o una sobredemanda de la energía. Sin embargo, los apagones también se registran en un momento en que el Gobierno anunció que Bolivia exportará energía eléctrica y que Cochabamba será el principal proveedor. ¿Qué ocurre con la provisión de energía eléctrica en el país?
El presidente de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE Corporación), Eduardo Paz, responde que, primero, el apagón del Chaco es un caso "fortuito", y, segundo, para evitar más apagones en el resto del país ENDE apuesta a revisar periódicamente las líneas de generación y transmisión, la implementación de 4 mil líneas nuevas de distribución de energía eléctrica y el manejo de tecnología de generación eléctrica. “Esto nos ha permitido reducir al máximo todas las vulnerabilidades que pudieran haber en el sistema eléctrico”, explica. Así, la revisión anual de las líneas de trasmisión está contemplada dentro del plan de mantenimiento de su filial, la Transportadora de Electricidad (TDE).
Según el presidente del Colegio de Electricistas de Cochabamba, Jaime Jiménez, en Bolivia no existe un sistema de detección de alerta temprana de fallos en el sistema eléctrico, por lo que es urgente cambiar la matriz energética.
En los últimos cuatro años, ENDE incorporó 1.095 kilómetros de líneas de transmisión. Para 2020, según Paz, se pretende triplicar la cifra sin tomar en cuenta la construcción de líneas de integración energética con otros países. A la fecha, se tienen más de 40 proyectos de trasmisión de energía para las regiones de Beni y Tarija, principalmente, explica.
En cuanto a manejo de tecnología eléctrica, Paz detalla que en los últimos cuatro años se implementó la misma para generar energía eólica, solar e incluso geotérmica con el proyecto de la laguna Colorada.
El Chaco
El último apagón, en el Chaco, fue a causa de un “defecto de material en una grapa de conexión del circuito eléctrico asociado a una torre de la línea de transmisión”, esto es, una grapa con material defectuoso, según explica el gerente de Mantenimiento de la TDE, Marcelo Hinojosa.
Se presume que los pernos de acero galvanizado grado 4,8 utilizados en esta conexión fallaron. “Para los resultados finales, se recurrirá a un análisis metalúrgico de materiales en laboratorios del exterior del país”, añade.
Sin embargo, Paz agrega que lo sucedido en Gran Chaco fue un hecho “fortuito” que “es complicado de detectar”, por lo que periódicamente se realizan revisiones termográficas, pero “existen mínimas posibilidades de falla”.
En este caso específico como acción inmediata para subsanar el apagón y prevenir otros, según Hinojosa, se revisa completamente las conexiones de la línea para identificar otros posibles puntos de defecto.
La TDE, además, pretende mejorar el servicio en Tarija a partir de la implementación de una oficina regional en Yacuiba para la atención de emergencias.
Por otra parte, este año se concluirá la instalación de una segunda terna entre Tarija y Yacuiba, con lo cual se tendrá el equivalente de dos líneas de transmisión entre ambos puntos del Sistema Interconectado Nacional (SIN), señala el informe de ENDE.
La demanda en Villamontes es de 6,1 megavatios, y en Yacuiba, de 13,5, haciendo un total de 19,6 en Gran Chaco, según el gerente de Mercado y Operación de la TDE, Germán Rocha.
No es la primera vez que sucede un hecho de esa magnitud.
En diciembre de 2014, un apagón producido en Warnes afectó a siete provincias de Santa Cruz, cinco en su totalidad y dos de manera parcial por una tarde.
El hecho ocasionó un caos vehicular porque los semáforos no funcionaban y al ser temporada de temperaturas altas puso en apuros a los funcionarios públicos y privados.
Los últimos apagones de consideración en el país fueron los ocurridos en diciembre de 2014 y poco después en enero de este año en Santa Cruz. En todos los casos se dieron explicaciones técnicas que descartaron la sobredemanda de energía eléctrica como la causal de los apagones.
LA AGENDA PATRIÓTICA 2025 PLANTEÓ LA POSIBILIDAD DE LLEGAR A 3.000 MW DE PRODUCCIÓN
Exportación de energía eléctrica se basa en dos fuentes energéticas
La energía renovable y las plantas hidroeléctricas serán los dos pilares fundamentales para cumplir lo establecido por la agenda 2025 para el sector eléctrico, en el que se pretende generar alrededor de 3.000 megavatios (MW) para exportar el excedente.
Según el gerente nacional de Desarrollo Estratégico y Exportación de ENDE Corporación, Roberto Peredo, se tiene previsto contar con una potencia para exportar 3.000 MW en 2025, objetivo que se pretende alcanzar mediante la ejecución de proyectos de energías renovables y de centrales hidroeléctricas de magnitud.
Sin embargo, el presidente, Evo Morales, señaló en un discurso pasado que los 3.000 MW eran una propuesta inicial y que actualmente se debate la posibilidad de 8.000 MW para la exportación.
Entre los proyectos de magnitud figuran el Bala (1.600 MW), Binacional Río Madera (superior a los 3.000), Cachuela Esperanza (990), Rositas (400) y el Complejo Hidroeléctrico Río Grande (2.800). También se tomó en cuenta la repotenciación de centrales termoeléctricas por medio de la conversión a ciclos combinados.
“No se resume únicamente al desarrollo de una importante infraestructura de generación eléctrica, también se requiere el establecimiento de instrumentos jurídicos para intercambios eléctricos, procesos de armonización regulatoria, estudios socioambientales, técnicos, económicos y operativos que viabilicen la integración energética de Bolivia”, indica Peredo.
Para el presidente del Colegio de Ingenieros Electricistas y Electrónicos, Jaime Jiménez, para pensar en exportar se debe considerar que el rango de generación de energía debe ser un 20 por ciento mayor al de la demanda, sin tomar en cuenta el excedente para el mantenimiento.
Los países altamente potenciales para exportar la energía excedente son Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Perú.
“Se tiene como una de las regiones para el intercambio de energía en el corto plazo el norte de Argentina, de forma más específica la provisión de energía desde la Termoeléctrica del Sur en Yaguacua, Bolivia, hasta el Sistema Argentino de Interconexión (SADI), en la zona norte de Argentina en las regiones de Salta y Jujuy”, señala Peredo.
Jiménez, en tanto, indica que en el occidente se puede trabajar más en la generación de energía fotovoltaica por las condiciones de altura y las características climáticas de la región.
Destaca que sólo 5 por ciento de recursos hídricos fueron empleados como generadores de energía y que los valles pueden ser potencialmente explotables.
La demanda máxima coincidental en 2014 fue de 1298,2 MW y la generación disponible en ese periodo fue de 1580,35 MW.
OPINIÓN
Jaime Jiménez, presidente del Colegio de Ingenieros Electricistas y Electrónicos de Bolivia
Cambio de matriz energética
En Bolivia no existe un sistema de información inmediata para que las fallas se puedan detectar . A partir de un sistema así (información inmediata) se podrían detectar las causas.
No hay un límite determinado para detectar la falla, eso depende de la gravedad, la accesibilidad y las características geográficas del lugar. A veces no hay un tiempo exacto para definir.
Por las características de la época no creo que se trate de una sobredemanda de energía. Lo más complicado es a partir de septiembre a nivel nacional, porque hay más incremento de la demanda, justamente porque el occidente está entrando a una época fría y el oriente ingresa a una de calor.
En los últimos años, hemos llegado a superar la etapa de déficit de oferta-demanda. Ya tenemos un respaldo con las reservas. En su momento, se han nacionalizado tantas empresas. La energía abastece el sistema. En líneas generales, éste está funcionando bien.
El tema del transporte de energía y la conexión está bien, sin embargo hay dificultades como por ejemplo el sistema de La Paz, porque sólo cuenta con una línea de trasmisión que está abasteciendo a todo.
Es necesario mejorar la infraestructura eléctrica pero se están haciendo los trabajos necesarios. Es necesario ya empezar a impulsar la cuestión de la modificación de la matriz energética, porque somos muy dependientes de la termoeléctrica.
Las termoeléctricas son de construcción más rápida, en cambio la construcción de las (plantas) hidroeléctricas tardan de 10 a 15 años en construirse. La ventaja es que es más amigable con la naturaleza.
Bolivia cuenta con muchos recursos naturales, tiene diversidad de montañas, no se está utilizando ni el 5 por ciento de esa capacidad hídrica para la generación de hidroeléctricas. Tenemos otros recursos naturales que también se pueden aprovechar, como el viento y el sol para sistemas fotovoltaicos.
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