lunes, 31 de marzo de 2014

El “Club nuclear” y la paz del mundo

ARMAS | LA CARRERA ARMAMENTÍSTICA EN EL MUNDO SE FINANCIA TAMBIÉN CON DINERO BOLIVIANO. CONOZCA MÁS SOBRE EL MUNDO NUCLEAR QUE NOS RODEA.

El Presidente Evo Morales ha declarado insistentemente que Bolivia está lista para ingresar a la era nuclear y para utilizar esa energía de manera pacífica, sin embargo, lo que es notorio es que el país ya se encuentra dentro del juego armamentístico al prestar sus reservas para fines que tienen que ver directamente con la compra de armamento en otros países. Entre ese armamento están las armas nucleares.

La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) en su informe 2012 señala que las potencias gastan más de 100 mil millones de dólares anuales para construir armas ultramodernas. “Instituciones financieras invierten en esas compañías al proveer préstamos y comprar acciones y bonos”, indica el informe. Cita entonces 300 entidades bancarias que apuestan por el boyante negocio de las armas.

Una exhaustiva investigación publicada en noviembre de 2010, por el periódico El Nacional, revela que Bolivia presta sus reservas monetarias internacionales, las que ascienden a 9.300 millones de dólares, a bancos vinculados a compañías petroleras y fabricantes de armas de EEUU y Europa a una tasa de interés del 0.25 anual, de cuyo monto se descuentan comisiones. Este escenario de bajísimas tasas continuará afectando los ingresos para el Banco Centrar de Bolivia (BCB) por concepto de inversión de las reservas internacionales, alcanzándose niveles similares a los obtenidos en el primer semestre del año. Considerando que todavía persistan tensiones financieras, el BCB continuará privilegiando los criterios de seguridad, preservación de capital y diversificación en la inversión de sus reservas internacionales.

“Al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) de España se le mandó 1.290 millones de dólares entre enero y junio de 2010. Éste es, nada más ni nada menos, el propietario del 80 por ciento de las acciones de una de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) boliviana, llamada BBVA Previsión. Ésta, a su vez, controla, al 31 de julio de 2010, más de 2.695 millones de dólares de fondos gestionados con el ahorro previsional de los bolivianos, equivalente al 52,75 por ciento del total controlado por las AFP. El grupo BBVA es parte de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE), especializada en acelerar la internacionalización de las empresas españolas para que tengan presencia en países como Bolivia, de donde extraen ahorro interno y materias primas. El BBVA, junto a otros prestamistas, entregó el año 2005 la suma de 2.200 millones de dólares a la empresa Raytheon, una de las contratistas de defensa militar más grandes de Estados Unidos. Así Bolivia, curiosamente, financia la política internacionalizadora de España y hasta a empresas que potencian el poderío militar estadounidense, prestándole al BBVA esa suma de dinero (1.290 millones de dólares) de nuestro propio ahorro interno, y a un interés del 0,25 por ciento anual o menos”, explica la nota de El Nacional.

El Barclays Bank PLC de Inglaterra es otro destinatario afortunado de ese dinero. Durante el primer semestre del año 2010 el BCB le prestó 4.480 millones de dólares. La entidad tiene una larga historia de financiamiento a empresas fabricantes de armas. La empresa española INDRA, S.A., fabricante de simuladores de vuelo, sistemas de tiro, defensa electrónica, el súper caza Eurofigther, fragatas F-100, helicópteros Tigre, blindados, misiles, obtuvo dinero fresco del Barclays junto a State Treet Bank, Chase Manhatan, JP Morgan, Citogropu, Deustche Bank, Comerzbank, el Banco Santander y otros. Pero también financia sostenidamente a otros fabricantes de armas, como Raytheon, Textron Inc., Thales y EADS. Estas empresas fueron alimentadas de capitales desde el año 2005 junto a otros bancos norteamericanos y franceses, como el Bank of America, el BNP Paribas, Société Générale, Morgan Stanley y otros.

Por su parte, el Standard Chartered Bank de Inglaterra recibió de los bolivianos la suma de 7.032 millones de dólares en diversas operaciones de corto plazo durante el primer semestre de 2010. Esta entidad bancaria es omnipresente en Congo. Las Naciones Unidas concluyeron que la letal e interminable guerra civil en el Congo está dirigida por «ejércitos de empresas» que están haciéndose impunemente con los metales de la zona. La ONU ha acusado directamente a la Standar Chartered Bank, entidad que junto a Anglo-América, De Beers y cien corporaciones más, "están sacando del Congo miles y miles de toneladas de minerales de muy alto valor sin pagar nada al Gobierno congoleño, y financiando guerrillas por diversas partes del país para poder seguir saqueando el Congo a un coste muy bajo".

Congo alberga "grandes cantidades cobre, cobalto, estaño, uranio, oro y diamantes, casiterita, wolframita y sobre todo coltán. De este raro mineral se extrae el tantalio, que posee una gran resistencia al calor y excelente conductividad, por lo que es imprescindible para la fabricación de nuevas tecnologías. Desde el teléfono celular que usamos hasta las naves espaciales, pasando por los ordenadores portátiles y las videoconsolas, todas llevan coltán. La mayor reserva de este material se encuentra en la República Democrática del Congo (RDC). Posee el 80 por ciento del coltán existente en el planeta y precisamente se encuentra en la zona en conflicto" atizado y financiado por las corporaciones inglesas, entre ellas la receptora de los más de 7 mil millones de dólares de las reservas de divisas de Bolivia. Al parecer, entonces, Bolivia ya se encuentra inmersa en el juego nuclear, aunque no sea como directa protagonista.



PROS Y CONTRAS

Los altos precios del petróleo y la preocupación sobre el calentamiento global han renovado el interés en la energía nuclear. El quince por ciento de la electricidad del mundo proviene de la energía nuclear, con algunos países, como Francia y Japón, dependiendo principalmente de ella. Se trata de una tecnología y una fuente de electricidad que está muy extendida en todo el mundo y su importancia no hará sino aumentar en el futuro cercano a medida que más países comiencen o amplíen la producción de energía nuclear.

La energía nuclear ha sido considerada una fuente de energía limpia ya que las centrales no emiten dióxido de carbono. Aunque esto sea verdad, es también engañoso. Es posible que las centrales nucleares no emitan dióxido de carbono durante la operación, pero sí se emiten grandes cantidades en actividades relacionadas con la construcción y funcionamiento de las plantas. Éstas utilizan uranio como combustible. El proceso de extracción del uranio emite grandes cantidades de dióxido de carbono al medio ambiente. También se libera al medio ambiente cuando se construyen las plantas nucleares. Finalmente, el transporte de los deshechos radioactivos también genera emisiones de dióxido de carbono.

Las plantas nucleares emiten constantemente niveles bajos de radiación al medio ambiente. Existe una diferencia de opiniones entre los científicos acerca de los efectos generados por los niveles bajos constantes de radiación. Varios estudios científicos han comprobado un aumento en el registro del cáncer entre las personas que viven cerca de las plantas. Quedó demostrado que la exposición a largo plazo a niveles bajos de radiación es perjudicial para el ADN.

Por otra parte los desechos radioactivos son de gran preocupación. Los residuos de las plantas nucleares pueden permanecer activos durante cientos de miles de años. Actualmente, gran parte de los desechos radioactivos de las plantas es guardado en la planta misma. Debido a limitaciones de espacio, eventualmente los desechos tendrán que ser reubicados. Los planes propuestos son enterrar los contenidos en toneles en las montañas Yucca en Nevada (EEUU). Existen varias cuestiones acerca del entierro de estos desechos, ya que serían transportados en grandes camiones. En caso de un accidente, los desechos radioactivos podrían tener una pérdida y esto sería catastrófico. Otro tema que causa incertidumbre es si los toneles tendrán una pérdida una vez que los desechos hayan sido enterrados. La cantidad actual de desechos radioactivos que requieren almacenamiento a largo plazo, completarían las montañas Yucca y se necesitaría encontrar nuevos sitios para enterrar futuros desechos. No existe solución actual para tratar este tema. Algunos científicos sienten que la idea de construir más plantas nucleares y de preocuparse por tratar el tema de los desechos luego, tiene el potencial de un resultado peligroso.

La mayoría de las desventajas de la energía nuclear tienen que ver con lo concerniente a las propiedades de la fisión nuclear. La energía y los subproductos liberados por la fisión nuclear son perjudiciales para la salud, ya sea por el extremo calor, debido a la gran cantidad de energía calórica emitida durante la fisión nuclear, o por los efectos destructivos del envenenamiento por radiación. Otras desventajas son de naturaleza industrial. La energía nuclear no sólo significa un costo inicial extremadamente alto, sino que el almacenamiento de los desechos sigue siendo un problema difícil y polémico.



ACCIDENTES Y TERRORISMO

Según la Unión de los Científicos Comprometidos con la sociedad (UCCS), los procedimientos de regulación de seguridad no están siendo realizados para asegurar que las plantas sean seguras. Chernobyl y Fukushima son un ejemplo. Incluso si se toman todas las medidas, esto no es garantía de que no pueda ocurrir un accidente en una planta nuclear. En caso de que esto sucediera, el medio ambiente y la gente alrededor podría exponerse a altos niveles de radiación. Las amenazas de terrorismo son otra preocupación que necesita resolverse. No existe un plan satisfactorio para proteger estas plantas del terrorismo. Debido a la amenaza de grupos radicales militarizados locales y extranjeros, y a la naturaleza peligrosa de los materiales radiactivos, la seguridad en los reactores nucleares es necesariamente más estricta que en los generadores de energía convencionales. El incidente de Chernobyl en Rusia, demostró los riesgos que implican un reactor nuclear mal regulado, o incluso saboteado, en el medio ambiente y la población.



EL “CLUB”

Actualmente hay 10 países que han detonado satisfactoriamente armas nucleares. Cinco de ellos están considerados "estados nuclearmente armados", un estatus reconocido internacionalmente otorgado por el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT por Non-Proliferation Treaty, en inglés). En orden de adquisición de armas nucleares, éstos son: los Estados Unidos de América, la Federación Rusa (antigua URSS), el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, la República Francesa y la República Popular de China. De las 65.000 armas activas en 1985, había alrededor de 20.000 armas nucleares activas en el mundo en 2002. Sin embargo, muchas de las armas "fuera de servicio" fueron simplemente guardadas o parcialmente desmanteladas, no destruidas. Un número significativo de las armas retiradas se encuentran almacenadas para su desmantelamiento (unas 3.000 en los Estados Unidos y 5.500 en Rusia). Para 2012 se estimaba que la cantidad total de armas nucleares existentes, incluyendo las almacenadas para desmantelamiento, se encontraba aproximadamente entre 19.115 y 19.465 unidades.Desde que se firmó el tratado, otros tres países no firmantes del mismo han realizado pruebas nucleares: India, Pakistán y Corea del Norte. Además, existen suficientes indicios de que Israel posee un arsenal de armas nucleares, aunque nunca haya sido confirmado ni desmentido por el propio país. Ha habido informes de que más de doscientas armas nucleares podrían formar parte de su letal almacén atómico.

Este estatus no está formalmente reconocido por organismos internacionales ya que ninguno de estos cuatro países es actualmente un signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear. Irán ha estado desarrollando la tecnología de enriquecimiento de uranio y ha sido acusado por las naciones occidentales de hacerlo con fines armamentísticos. La República Islámica insiste que sus intenciones están limitadas a la generación de energía nuclear interna con fines pacíficos, a pesar de que se han detectado trazas de plutonio.

Desde el 4 de febrero de 2006, el Organismo Internacional de Energía Atómica suspendió a Irán del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en respuesta a las preocupaciones occidentales sobre sus posibles programas nucleares.



FUKUSHIMA, INOLVIDABLE

Sobre las tres menos cuarto de la tarde, hora local, del 11 de marzo de 2011, un devastador terremoto de 9 grados en la escala de Richter y el brutal tsunami que le siguió, provocaron en la central atómica japonesa de Fukushima la mayor catástrofe nuclear desde el desastre de Chernobyl (Ucrania), ocurrido en 1986. Desde entonces no han cesado los trabajos para acabar de controlar las filtraciones y completar el proceso de purificación de la central. Tokyo Electric Power (TEPCO), la empresa que gestiona la planta, asegura que, aunque aún no existe un control total, la evolución es positiva, y el Gobierno japonés anunció que acelerará la construcción de depósitos para almacenar residuos nucleares tras resolver sus desacuerdos con las autoridades de la región de Fukushima sobre la ubicación de estas instalaciones. Por otro lado, los niveles de radiación en el entorno han disminuido drásticamente y ya no se producen emisiones al aire. El propio Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que consideró en su día que TEPCO no había tomado las medidas adecuadas para evitar el accidente, se ha mostrado "muy impresionado" por los avances realizados por Japón en la descontaminación de la zona. TEPCO ha admitido que no podrá cumplir su promesa de completar la purificación este año. Sin embargo, las numerosas fugas de agua contaminada siguen siendo una preocupación constante, y el riesgo continúa existiendo. Recientemente, TEPCO admitió que le iba a ser imposible cumplir su promesa de completar la purificación este año, ya que las máquinas que emplean para ello necesitan detenerse periódicamente para ser inspeccionadas, y no dan abasto. El pasado mes de febrero, el complejo nuclear regresó a los informativos al detectarse el vertido de un centenar de toneladas de agua contaminada desde uno sus tanques de almacenamiento, como consecuencia de un error humano. Era el accidente más grave desde que en agosto de 2013 se filtraran otras 300 toneladas al terreno circundante. El accidente de Fukushima sucedió en un momento en que la industria nuclear internacional se encontraba en plena ofensiva para intentar remontar una situación de declive, con una estrategia que incluía la venta de más reactores (sobre todo a los llamados países emergentes, como China) y la prolongación de la vida de las centrales que funcionan en los países industrializados. El desastre, ocurrido en un país muy desarrollado tecnológicamente, volvió a recordar al mundo la dificultad de domesticar por completo la energía atómica y la alta gravedad de sus riesgos.

Según recoge la organización Ecologistas en Acción en un informe publicado con motivo del tercer aniversario de la catástrofe, desde el momento del accidente se han producido en torno a 200 incidentes en la central japonesa, es decir, una media de seis al mes. A finales de enero de 2012, el Gobierno japonés aprobó un proyecto de ley para limitar la vida útil de las plantas nucleares a 40 años, con prórrogas excepcionales de otros 20 años. Ese mismo año, en el primer aniversario de la catástrofe, decenas de miles de japoneses exigían en las calles el final de la energía atómica en el país, y en mayo se detenía el último reactor que permanecía activo (Tomari), dejando a la tercera economía mundial, por primera vez en 42 años, sin centrales nucleares en funcionamiento. Sin embargo, y a pesar de que el apagón persiste, ese futuro sin energía atómica por el que parecía apostar Tokio tras el desastre parece estar ahora bastante más lejos. Los plazos para ir reabriendo las 48 centrales del país que están detenidas actualmente se han ido acortando, y el primer ministro, Shinzo Abe, ya ha afirmado que la energía atómica es uno de los pilares fundamentales de la recuperación económica. De momento, la falta de energía atómica ha disparado la factura de la luz y ha puesto en serios apuros a la balanza comercial nipona, que ahora tiene que hacer frente a una importación de gas natural por valor de 36.000 millones de dólares anuales. En el resto del mundo, entre tanto, existen actualmente alrededor de 70 proyectos de centrales en construcción.

(El Nacional, El País, www.20minutos.es, Euronews, Wikipedia)






¿QUÉ ES?

La energía nuclear se creó a través de un mecanismo llamado reactor. La fuente de energía es el calor producido por una reacción en cadena de fisión nuclear controlada, ya sea de uranio o plutonio. Esta reacción implica que un elemento como el uranio o el plutonio sea golpeado por un neutrón y lo dividida. El resultado de la fisión de estos átomos grandes es la creación de nuevos átomos más pequeños como subproductos, radiación y más neutrones. Estos últimos aceleran y golpean a otros átomos de uranio / plutonio creando una reacción en cadena. Dicha reacción es controlada por los moderadores de neutrones, que varían dependiendo del diseño del reactor. Puede ser cualquier cosa, desde barras de grafito hasta simplemente agua. Una vez que el calor ha sido liberado, un reactor nuclear produce electricidad exactamente de la misma manera que cualquier otra planta de energía térmica. El calor convierte el agua en vapor y éste se utiliza para encender las aspas de una turbina, lo que acciona el generador.



LA BOMBA

Estados Unidos desarrolló las primeras armas atómicas durante la Segunda Guerra Mundial en cooperación con el Reino Unido y Canadá por temor de que la Alemania Nazi las desarrollara primero. Probó su primera arma nuclear en 1945 (Prueba Trinity) y permanece como el único país en haber usado armas nucleares contra otro país, durante los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki. Fue el primer país en desarrollar la bomba de hidrógeno, probándola en 1952 ("Ivy Mike") y probando una versión desplegable en 1954 ("Castle Bravo"). Durante la Guerra Fría, llegó a poseer unas 35.000 armas atómicas. Los Estados Unidos disponen de unas 2.150 ojivas nucleares activas (1.950 estratégicas y 200 tácticas) más otras 2.800 en reserva y unas 3.000 almacenadas para desmantelamiento, para un total de aproximadamente 8.000.



LA LISTA

Los siguientes países tienen una industria de energía nuclear: los EE.UU., Francia, Rusia, Japón, Alemania, Corea del Sur, Ucrania, Canadá, Reino Unido, China, Taiwán, España, Bélgica, India, República Checa, Suiza, Bulgaria, Finlandia, Eslovaquia , Brasil, Sudáfrica, Lituania, Hungría, Rumania, México, Argentina, Eslovenia, Holanda, Pakistán, Armenia e Irán.

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