lunes, 17 de marzo de 2014

La Tarifa Dignidad ‘condena’ a un uso bajo de electricidad



La Tarifa Dignidad, el logro más representativo de la nacionalización en el sector eléctrico, “condena” al consumidor a un uso bajo de energía y no es el mejor de la región, según el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).

Desde su creación (marzo de 2013) hasta diciembre de 2013, la Tarifa Dignidad benefició a más de 1 millón de usuarios en todo el país, con un monto compensado de al menos Bs 420 millones con un descuento del 25% en la factura por un consumo menor o igual a 70 kilovatios hora (kWh), según datos del Viceministerio de Electricidad y Energías Alternativas (VEEA).

Subsidio. Este beneficio, cuyo segundo periodo de cuatro años concluye este 2014, se obtuvo luego de un convenio suscrito entre el Gobierno y las empresas eléctricas, que incrementaron su aporte de $us 22 millones en el periodo 2006-2009 a $us 36 millones entre 2010 y 2014, de acuerdo con datos oficiales. En la primera etapa, las familias accedían al descuento si consumían un tope de 30 kWh mensuales.

“La Tarifa Dignidad condena al consumidor a un gasto bajo de 70 kWh mes, equivalente al 45% del consumo residencial promedio y que sirve para 4 horas de (funcionamiento de) tres focos, 1 radio y televisión y 6,6 minutos de ducha/día para una persona”, consideró Carlos Arze, investigador de la Plataforma Energética del CEDLA.

Además, agregó, este beneficio “tampoco es mejor que los subsidios que tienen otros países de la región”, aseguró. El sector eléctrico argentino, por ejemplo, mantiene subvenciones —que también pagan las empresas— desde un consumo mínimo de 150 kWh para un descuento del 40%.

Para mantener la Tarifa Dignidad, el Gobierno subsida el gas que se entrega a las generadoras a un precio de $us 1,30 por millón de pies cúbicos (MMpc). “La crisis de la generación de electricidad ha sido causada por una ausencia de inversiones del sector privado que ha obligado al Estado a asumir esa responsabilidad. Las privadas no han invertido en generación, porque sus inversiones no son rentables”. Con el actual modelo tarifario, “la rentabilidad de las empresas generadoras es inferior al 2%”, según el ex gerente general de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) y actual consultor independiente Enrique Gómez.

Los datos del CEDLA dan cuenta de que en Bolivia existe un “sistema eléctrico mixto”, con 16 empresas en generación (6 estatales, 8 privadas y 2 mixtas); 4 en transmisión (2 estatales y 2 privadas); y 29 en transmisión (5 estatales, 3 mixtas y 21 cooperativas).

El impacto ambiental

El falta de planificación “ha agravado la dependencia del gas” del país y ha aumentado el impacto ambiental generado por la actividad termoeléctrica, según el CEDLA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario