La Compañía Boliviana de Energía Eléctrica (COBEE) suspendió las operaciones en sus cuatro plantas generadoras de electricidad en el valle de Miguillas por "falta de garantías, tras 10 días de bloqueo de los caminos de acceso y virtual secuestro de funcionarios de la empresa, por parte de comunarios de la zona”, según un comunicado de la empresa.
"Lamentablemente, las condiciones no están dadas para la operación de nuestras plantas en esa zona. El bloqueo y las amenazas contra nuestros empleados continúan y así es imposible desarrollar actividades normales”, informó el portavoz de la empresa, José Gualberto Villarroel.
Comunarios de Miguillas bloquean los caminos de acceso y retienen a ocho empleados de la empresa desde la anterior semana. Ellos demandan la contratación permanente de trabajadores de microempresas que operan bajo contratos de terciarización.
La medida de presión de los comunarios fue el resultado de la huelga del sindicato de los trabajadores de COBEE, cuyos dirigentes ofrecieron a la comunidad la incorporación en planilla formal de los trabajadores terciarizados, a cambio de contar con su respaldo en las movilizaciones.
"COBEE no tiene temas pendientes con este sector. Es más, durante años la empresa ha sido un factor importante de desarrollo económico y humano en la zona. COBEE provee energía a las comunidades con tarifas preferenciales y genera empleos indirectos que benefician sobre todo a la población joven de la zona” aseguró Villarroel,
Las cuatro plantas del Valle de Miguillas generan alrededor del 20% de la energía hidroeléctrica producida por COBEE en esa zona y en el Valle de Zongo. La empresa opera en Bolivia desde hace más de 90 años y actualmente es la compañía privada más importante del sector.
Emergencia
Uno de los técnicos, José Luis Óliver, informó el pasado 20 de noviembre sobre el riesgo que implica dejar de trabajar en dichas plantas. Si dejaran la planta, "su funcionamiento tendría que parar, salir de línea y exigir el 100% de su capacidad al resto de las plantas para mantener el suministro de energía”.
El supervisor de seguridad Érick Moreno, en aquella oportunidad, alertó que el peor escenario sería afectar los equipos eléctricos. "Lanzaron petardos a las líneas de alta tensión”, afirmó. Otro riesgo es que las máquinas se salgan de línea, afectando a todo el sistema de distribución de energía.
En ese caso Moreno afirmó que "podemos tener un apagón en toda la ciudad de La Paz y parte del Beni ya que pondrían en riesgo la generación de energía”, declaró.
Los comunarios no dejaban ingresar comida ni salir a los trabajadores que mantenían en funcionamiento las generadoras.
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