lunes, 4 de abril de 2016

Escasez de energía oscurece perspectivas de Colombia y Venezuela

Una aguda escasez de energía, lo cual históricamente ha sido una señal de advertencia para los líderes impopulares latinoamericanos, está amenazando con socavar el gobierno de Colombia y profundizar la crisis de Venezuela.

Tanto Colombia, una economía de libre mercado y hasta hace poco tiempo estrella de la región, como Venezuela, nación socialista sumida en una crisis, se han visto obligadas a adoptar medidas de ahorro de energía en medio de una combinación de factores agravados por la falta de lluvia ocasionada por el fenómeno climático de El Niño.

La escasez ha contribuido a disminuir el índice de aprobación del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, hasta un mínimo histórico del 25 por ciento, muy por debajo incluso del de Nicolás Maduro (33 por ciento), el impopular líder venezolano.

Un apoyo tan bajo amenaza los esfuerzos de Santos para impulsar un muy deseado acuerdo de paz con los rebeldes de las FARC, el cual él ha prometido someter a plebiscito.

Los problemas en Colombia y Venezuela tienen ecos históricos delicados en América Latina, donde los continuos apagones han precedido las caídas de gobiernos.

En 1989, una crisis energética en Argentina provocó una escasez de energía en todo el país que (junto con la hiperinflación) obligó al presidente Raúl Alfonsín a adelantar la transferencia del poder. Aproximadamente una década más tarde, después de nueve meses de racionamiento de energía, la popularidad del brasileño Fernando Henrique Cardoso se vio igualmente debilitada.

En los últimos meses, el fenómeno de El Niño ha estado causando estragos en la región. En Colombia se han secado partes del río Magdalena, la principal vía fluvial del país, donde se ha visto a niños jugar al fútbol y andar en bicicleta en su lecho.

La mayor parte de la electricidad en Colombia es generada por hidroeléctricas, y la falta de precipitaciones, las altas temperaturas y la baja producción de petróleo y gas han agravado los problemas de los principales embalses. Esto ha provocado la renuncia del ministro de energía y evocado recuerdos dolorosos de escasez que en 1992 disminuyó el crecimiento económico.

Bancolombia dice que los apagones podrían reducir en 0,3 puntos porcentuales el crecimiento económico esperado del país, que es del 2,6 por ciento para este año. Éstas son malas noticias para Colombia, que el año pasado creció a su ritmo más lento en seis años, el cual fue del 3,1 por ciento, puesto que cayó el precio del petróleo, su principal producto de exportación.

Sin embargo, lo que resultaría más políticamente explosivo es que los apagones podrían provocar que los precios suban otros 0,24 puntos porcentuales conforme los colombianos luchan con una creciente inflación del 7,59 por ciento.

La escasez se produce en un momento en que muchos colombianos creen que el país está atravesando una crisis económica similar a la de Venezuela, en lugar de solamente una desaceleración. Y Santos necesitará todo el apoyo popular que pueda obtener para impulsar un muy deseado acuerdo de paz con las FARC para poner fin a la larga guerra civil del país.

Críticos como el senador de la oposición Iván Duque dicen que los problemas con la electricidad tomaron al gobierno por sorpresa debido a las deficientes políticas energéticas: "Les advertimos el año pasado que si nada cambiaba, tendríamos que racionar en abril".

A pesar de los problemas de Colombia, la situación está mucho peor al otro lado de la frontera.

Como los niveles de agua en las plantas generadoras de energía de Venezuela se encuentran a niveles críticos, Maduro extendió las vacaciones de Pascua de tres a cinco días para los empleados públicos y la mayoría de las empresas privadas. El mes pasado, su gobierno ordenó a los centros comerciales reducir sus horarios laborales.

El gobierno, que administra las mayores reservas de petróleo del mundo, ha estado racionando el agua y la electricidad, culpando de la escasez a El Niño, pero también a acciones de sabotaje por parte de los enemigos derechistas.

Los opositores, quienes están decididos a sacar de su cargo al presidente este año, culpan del problema a la falta de mantenimiento e inversión desde que Hugo Chávez, mentor y predecesor de Maduro, nacionalizó el sector en 2010. El propio Chávez se vio obligado a extender las vacaciones de Pascua por tres días para ahorrar energía.


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