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lunes, 13 de junio de 2016
Los avances de las energías undimotriz y maremotriz
La energía olamotriz o undimotriz proviene de las olas.
Se aprovecha el movimiento de las olas, con lo que se trata de una energía sostenible con un gran potencial, pues hay ondas en todos los mares y costas del planeta. De hecho, actualmente hay numerosos proyectos que sacan partido a esta fuente de energía.
Como su propio nombre lo indica -undi significa "ola” en griego y "motriz”, movimiento-, se trata de una energía generada por el movimiento de las olas, que se aprovecha gracias a distintas tecnologías.
Un nuevo tipo de energía
En efecto, puesto que el oleaje es una consecuencia del rozamiento del aire sobre la superficie del mar, aunque éste resulta muy irregular, su aprovechamiento para la obtención de energía bien vale la pena, qué duda cabe.
Precisamente por ello se han creado distintas máquinas, como la instalación de turbinas en el fondo del mar unidas a boyas, que es la tecnología más común.
Las boyas transmiten el movimiento de las olas hasta las turbinas, lo que genera electricidad. Básicamente, las olas acceden a una cámara de aire, lo que eleva el nivel de agua y comprime el aire del interior que, finalmente, es expulsado por una apertura superior que acciona una turbina o, lo que es lo mismo, produce energía eléctrica.
El sistema de "serpientes marinas” robóticas –Anaconda, un proyecto de Checkmate Seaenergy-, bautizado así en honor a su forma, consiste en la instalación de unas máquinas flotantes que obtienen energía del movimiento de sus distintas partes articuladas.
Aunque hay instalaciones que funcionan con éxito, algunas están en fase experimental y, tanto éstas como las comerciales, todavía son escasas.
Como ocurre con otros tipos de energías del mar -potencia osmótica, maremotérmica y energía de las corrientes o maremotriz-, también la energía de las olas está todavía en pañales. Sobre todo, tomando en cuenta la enorme fuente de energía limpia y renovable que puede ofrecer el mar, un recurso igualmente inagotable.
Energía maremotriz
La energía maremotriz es un tipo de energía marina que a menudo se confunde con la energía undimotriz.
Para distinguirlas es importante tener claras sus diferencias esenciales. Si la energía undimotriz se refiere en exclusiva al aprovechamiento energético a partir del movimiento de las olas, la maremotriz aprovecha el movimiento de las mareas, es decir, el ascenso y el descenso del agua que produce la gravitación del sol y la luna.
Por lo tanto, es un aprovechamiento energético de distintas energías marinas, que requiere de tecnologías diferentes. Aunque mareas y oleaje son temas muy vinculados, también lo están otros como las corrientes, cuyo aprovechamiento da lugar a otro tipo de energía del mar.
Si la energía undimotriz es irregular, la energía maremotriz también tiene sus peculiaridades y sólo vale la pena instalar una central maremotriz donde la mar alta y la baja tienen una diferencia suficiente, de más de cinco metros de altura. En caso contrario, no es rentable.
Además, un proyecto de una central maremotriz puede hacerse en una cala, río, estuario o bahía y se basa en el almacenamiento de agua dentro de un embalse, lo que implica construir un dique con unas compuertas.
El objetivo es permitir la entrada de agua para accionar las turbinas que son las que producen energía eléctrica.
Primera planta comercial
El proyecto de Carnegie Wave Energy en Perth, en Australia Occidental, avanza en su fase comercial, tras una década de trabajo experimental.
Finalmente, con una inversión multimillonaria, aprovechará la fuerza de las olas en la turbulenta costa de Perth, mediante una tecnología basada en boyas.
Con su inauguración, comenzó a operar la primera planta comercial de energía undimotriz de este tipo en el mundo. También es la primera vez que se genera electricidad procedente de las olas en ese país.
La planta superó las pruebas realizadas durante 2014 y actualmente funciona con cinco unidades de generación de energía undimotriz.
La central suministrará electricidad al Departamento de Defensa de Australia y a la base naval más grande de Australia, HMAS Stirling, ubicada en la Isla Jardín. No se descarta que, gradualmente, aporte más energía para otros consumidores.
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