La viceministra de Electricidad y Energías Alternativas, Hortensia Jiménez, aseveró que luego de la nacionalización de las empresas distribuidoras Electropaz y Elfeo, las tarifas por el consumo de electricidad que se cobran en la actualidad en las áreas urbanas de La Paz y Oruro se mantendrán invariables, por lo que afirmó que la población no tiene motivo para preocuparse.
No hay por qué preocuparse. Jiménez desvirtuó las declaraciones anticipadas de los dirigentes de una fracción de la Confederación de Juntas Vecinales, Benjamín Cáceres, y de la Federación de La Paz, Arturo Quispe, quienes coincidieron al señalar que no permitirán un incremento de las tarifas.
La Viceministra explicó que la nacionalización de las empresas distribuidoras de energía dictada el sábado tiene el principal objetivo de "equilibrar" el cobro de tarifas por el servicio de electricidad entre el área urbana y rural, lo que no supondrá de ninguna manera un incremento, por el contrario se dará una disminución en el campo.
En el campo se paga más que en la ciudad. La autoridad señaló que en la actualidad en el área rural de ambas ciudades, la población paga por el servicio de electricidad "2.5 veces más que en la ciudad", situación que tras la nacionalización se corregirá, porque según la Constitución Política del Estado (CPE) todos los bolivianos tienen los mismos derechos.
Jiménez indicó que la diferencia que existe entre ambas tarifas (área rural y urbana) será cubierta con una parte de las utilidades que generan las empresas distribuidoras, ahora en manos del Estado, por lo que descartó que esos recursos sean subvencionados por la población de las ciudades, como temen los dirigentes vecinales.
Agregó que se aguarda que durante el primer trimestre del próximo año se consolide el equilibrio en las tarifas, tomando en cuenta que particularmente en Oruro hay que iniciar conversaciones con las 146 cooperativas que prestan el servicio. En La Paz, el tema es más "sencillo", finalizó. / ABI
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