jueves, 3 de marzo de 2016

Eficiencia energética

Desde 1998, el Día Mundial de la Eficiencia Energética se celebra cada 5 de marzo, y fue durante la primera Conferencia Internacional de la Eficiencia Energética celebrada en Austria, donde se decidió establecer una fecha propicia para reflexionar sobre el uso racional que le damos a la energía, y actuar en consecuencia sobre la importancia de comenzar a desarrollar y explotar fuentes de energía renovable.

La eficiencia energética se plantea como una de las políticas de freno para el cambio climático, junto una política de transporte menos agresiva con el medio.

Ello no implica renunciar a la calidad de vida, sino la obtención de los mismos bienes y servicios energéticos empleando para ello menos recursos, es decir, utilizar solo aquella energía que realmente necesitemos.

El objetivo de la conmemoración es plantear un cambio positivo en todo el planeta para usar la energía estrictamente necesaria, en unión con el aprovechamiento de los recursos naturales.

Actualmente, el mundo sufre las consecuencias por el mal uso de este recurso. Un ejemplo es el uso desproporcionado de la energía no renovable, y si no la racionamos llegará a agotarse, ya que consumimos más de lo que la naturaleza puede regenerar.

Un uso eficiente de la energía no debe comprometer nuestra calidad de vida sino que debe aportarnos los mismos bienes y servicios pero de una manera más limpia y sostenible.

Si ponemos en práctica estas acciones cotidianas del cuadro, estamos ayudando a reducir el impacto ambiental que produce el mal uso de la energía, labor que al mismo tiempo ayudará a nuestra economía personal.

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