viernes, 26 de agosto de 2016

Hasta el 2016 el IBTEN recogió en Bolivia 400 piezas radiactivas



La exposición de personas al material radiactivo de intensidad puede producir enfermedades degenerativas. Es por ello que se tiene un estricto control sobre el uso de estos elementos.

Por lo que hasta el primer semestre del año 2016 se reportó que el Instituto Boliviano de Ciencia y Tecnología Nuclear (IBTEN) recogió alrededor de 400 piezas en desuso en el país, y que fueron depositadas en un almacén de esa institución y repatriadas a su lugar de origen.
El consultor de la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN), Luis Romero, explicó que fueron fuentes “huérfanas”, que debido a su decaimiento y inutilidad para la que fueron concebidas las abandonaron, por lo que se las tuvo que acopiar en almacenes del IBTEN en Viacha-La Paz. Dijo que parte de ellas fue repatriada a Estados Unidos, porque ese era su origen.
“Aproximadamente 400 fuentes estaban almacenadas-dijo-, pero no todas estaban en desuso, había fuentes radiactivas de centros de braquiterapias que, tecnológicamente, se hicieron prescindibles por el avance tecnológico, por lo que se las encapsularon y se enviaron a su país de origen”.
Según Romero, no se tiene un inventario, por ello se presume que haya más fuentes abandonadas, porque esos materiales se los puede encontrar ocasionalmente o a solicitud de alguna persona que vio el símbolo de radiactivo.
Para el experto del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares de México (ININ) y parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Miguel Alcérreca, cuando esos elementos no se pueden utilizar para algún beneficio se determina confinarlos y llevarlos a un lugar específico. Aclaró que estos son de “bajo” nivel, porque es un material decaído que no significa un riesgo, porque la emisión de su radiación no es peligrosa.
Alcérreca dijo que los elementos que más se concentran en los depósitos son cobalto y algunos materiales que usan en radiografía industrial. A lo que Romero complementó que en Bolivia se encontró iridio.

Peligro
El jefe del departamento de Física de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UJAMS) de Tarija, Marco Taquichiri, explicó que se debe considerar dos aspectos de la intensidad de la radiación, para advertir de los daños que puede ocasionar a una persona si recibe esos rayos.
En ese sentido aclaró que dentro de la física se dividen cuatro tipos de radiación: alfa y beta, que son no ionizantes (no son peligrosas), y las gama y “x” que son ionizantes (altamente peligrosas). Por lo que si una persona recibe esos rayos, esta radiación puede destrozar el ADN y, también una molécula viva, que posteriormente se reproducirá, pero dañada, lo que generará una enfermedad como el cáncer, o también corre el riesgo de adquirir cualquier mal degenerativo.
“Pero también hay que tener claro que la intensidad de las radiaciones que se usan en los hospitales son “muy pobres”, tanto así que se le toma la placa radiográfica y no recibe daños-dijo Taquichiri-. Pero si se hace exageradamente, probablemente la persona presente complicaciones orgánicas. Por eso en medicina se recomienda hacerlo una o dos veces y dejar que pase mucho tiempo para que el organismo del paciente se regenere de un posible daño”.

La UAJMS cuenta con 2 equipos de radiación alta

El jefe del departamento de Física de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS), Marco Taquichiri, informó que la institución cuenta con dos equipos radiación “x” que son considerados altamente peligrosos. Sin embargo, manifestó que su uso se realiza con todas las medidas de seguridad y se usa para el estudio de suelos. Además que emiten radiación solo por unos segundos y no permanentemente.

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